El destino cojo del próximo gobierno
Una cosa era cierta incluso antes de la votación: cualquiera que fuera el gobierno surgido de la mayoría que ganó en las urnas el 25 de septiembre habría tenido que enfrentarse a una agenda densa, en un periodo sin precedentes, para responder a los deseos de Bruselas y Fráncfort, por un lado, y de Washington, por otro -casi nunca coincidentes-, además de los inmensos problemas que plantea la crisis.